Como ya hemos dicho en muchas ocasiones, la nueva corona va cargada de iconografía relativa a nuestra ciudad, y una de las piezas destacadas es la Virgen de Valdeflores.
Realizada artesanalmente con técnicas de labrado y repujado sobre lámina de Oro de 21 K, es la única pieza de la corona realizada en ese material, ya que es una representación de la Santísima Madre de Dios y, por tanto, va en un lugar destacado, justo debajo de la cruz y del orbe, y que es símbolo del amor que, desde tiempo inmemorial, le profesa el pueblo de Viveiro a la Virgen María, en la que es la advocación más genuina de nuestra tierra, donde quiso aparecer tras un espino floreado en pleno invierno, y donde quiso permanecer para veneración de sus fieles; recordamos que en el año 1961 la Corporación Municipal la nombra Patrona de Viveiro, y preside el tríduo final de una gran efeméride que se celebra ese año en nuestra ciudad: el Congreso Eucarístico Comarcal.
La reproducción es totalmente fiel a la imagen, incluso en el resplandor trasero, realizado en plata de ley de 925mm, al igual que el resto de la presea.
En la imagen, vemos un momento de su repujado final, cuando la lámina aún está colocada sobre la pez, material empleado para el cincelado de los metales.
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