Esta tarde, y durante unos días, el Pazo de la Misericordia volverá a ser un rebumbio de cofrades, como ha sido durante la cuaresma, pues si bien durante esta era el taller de costura y la preparación de los diversos elementos procesionales, ahora toca que "cada cosa vuelva a su sitio". Para esto, tenemos la inestimable ayuda de nuestros cofrades, que intentarán poner su granito de arena para que vuelva el orden a la Casa Hermandad después del Caos allí formado durante las últimas semanas. A arrimar el hombro una vez más.
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